¿Qué es un SOC? Un centro de operaciones de seguridad, o SOC, es un equipo de profesionales de la seguridad informática que protege a la organización supervisando, detectando, analizando e investigando las ciberamenazas. Las redes, servidores, ordenadores, dispositivos de punto final, sistemas operativos, aplicaciones y bases de datos se examinan continuamente en busca de indicios de un incidente de ciberseguridad. El equipo del SOC analiza las fuentes, establece reglas, identifica excepciones, mejora las respuestas y se mantiene alerta ante nuevas vulnerabilidades.
Dado que los sistemas tecnológicos de las organizaciones modernas funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana, los SOC suelen trabajar por turnos las 24 horas del día para garantizar una respuesta rápida a cualquier amenaza emergente. Los equipos de los SOC pueden colaborar con otros departamentos y empleados o trabajar con terceros expertos en seguridad informática.
Antes de crear un SOC, las organizaciones deben desarrollar una estrategia global de ciberseguridad que se ajuste a sus objetivos y retos empresariales. Muchas grandes empresas tienen un SOC interno, pero otras optan por externalizarlo a un proveedor externo de servicios de seguridad gestionados.
Los servicios de inteligencia de seguridad y consultoría de operaciones incluyen un arsenal de soluciones de seguridad para ir por delante de las amenazas a la seguridad.
La misión principal del SOC es la supervisión y alerta de la seguridad. Esto incluye la recopilación y el análisis de datos para identificar actividades sospechosas y mejorar la seguridad de la organización. Los datos sobre amenazas se recogen de cortafuegos, sistemas de detección de intrusos, sistemas de prevención de intrusos, sistemas de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM ) e información sobre amenazas. Las alertas se envían a los miembros del equipo del SOC en cuanto se detectan discrepancias, tendencias anómalas u otros indicadores de peligro.
Descubrimiento de activos
Al adquirir un profundo conocimiento de todo el hardware, el software, las herramientas y las tecnologías utilizadas en la organización, el SOC garantiza la supervisión de los activos para detectar incidentes de seguridad.
Control del comportamiento
El SOC analiza la infraestructura tecnológica 24/7/365 en busca de anomalías. El SOC emplea medidas tanto reactivas como proactivas para garantizar que la actividad irregular se detecta y aborda rápidamente. La supervisión del comportamiento de las actividades sospechosas se utiliza para minimizar los falsos positivos.
Mantenimiento de registros de actividad
El equipo del SOC debe registrar todas las actividades y comunicaciones que tengan lugar en la empresa. Los registros de actividad permiten al SOC rastrear y localizar acciones pasadas que puedan haber causado una violación de la ciberseguridad. La gestión de registros también ayuda a establecer una línea de base para lo que debería considerarse actividad normal.
Clasificación de las alertas
No todos los incidentes de seguridad son iguales. Algunos incidentes supondrán un riesgo mayor para una organización que otros. Asignar una clasificación de gravedad ayuda a los equipos SOC a priorizar las alertas más graves.
Respuesta a incidentes
Los equipos SOC responden a los incidentes cuando se descubre un peligro.
Investigación de las causas profundas
Después de un incidente, el SOC puede encargarse de investigar cuándo, cómo y por qué se produjo el incidente. Durante la investigación, el SOC se basa en la información de los registros para rastrear el problema de raíz y evitar así que se repita.
Gestión del cumplimiento
Los miembros del equipo SOC deben actuar de acuerdo con las políticas de la organización, las normas del sector y los requisitos reglamentarios.
Cuando un SOC se implanta correctamente, proporciona numerosas ventajas, entre ellas las siguientes:
Déficit de talentos
Reto: Existe un enorme déficit en el número de profesionales de ciberseguridad necesarios para cubrir las vacantes de empleo en ciberseguridad existentes. La brecha se situó en 4,07 millones de profesionales en 2019. Con tal escasez, los SOC caminan diariamente por la cuerda floja con un alto riesgo de que los miembros del equipo se vean desbordados.
Solución: Las organizaciones deben mirar hacia dentro y considerar la posibilidad de mejorar las cualificaciones de los empleados para cubrir las carencias de su equipo de SOC. Todas las funciones del SOC deben contar con un respaldo que tenga la experiencia necesaria para mantener el fuerte si el puesto queda vacante de repente o aprender a pagar lo que valen las habilidades en lugar de utilizar el recurso más barato que puedan encontrar.
Atacantes sofisticados
Reto: La defensa de la red es un componente clave de la estrategia de ciberseguridad de una organización. Requiere una atención especial, ya que los actores sofisticados disponen de las herramientas y los conocimientos necesarios para eludir las defensas tradicionales, como los cortafuegos y la seguridad de los puntos finales.
Solución: Implantar herramientas que tengan capacidades de detección de anomalías y/o aprendizaje automático y puedan identificar nuevas amenazas.
Tráfico voluminoso de datos y de red
Reto: La cantidad de tráfico de red y datos que maneja una organización media es enorme. Este crecimiento astronómico del volumen de datos y del tráfico conlleva una dificultad cada vez mayor para analizar toda esta información en tiempo real.
Solución: Los SOC se basan en herramientas automatizadas para filtrar, analizar, agregar y correlacionar información con el fin de reducir al mínimo el análisis manual.
Fatiga por alerta
Reto: En muchos sistemas de seguridad se producen anomalías con cierta regularidad. Si el SOC se basa en alertas de anomalías sin filtrar, es fácil que el volumen de alertas resulte abrumador. Muchas alertas pueden no proporcionar el contexto y la inteligencia necesarios para investigar, distrayendo así a los equipos de los problemas reales.
Solución: Configurar el contenido de la supervisión y la clasificación de las alertas para distinguir entre alertas de baja fidelidad y alertas de alta fidelidad. Utilizar herramientas de análisis del comportamiento para garantizar que el equipo del SOC se centra en abordar primero las alertas más inusuales.
Amenazas desconocidas
Desafío: La detección convencional basada en firmas, la detección de endpoints y los cortafuegos no pueden identificar una amenaza desconocida.
Solución: Los SOC pueden mejorar sus soluciones de detección de amenazas basadas en firmas, reglas y umbrales implementando análisis de comportamiento para encontrar comportamientos inusuales.
Sobrecarga de herramientas de seguridad
Reto: En su esfuerzo por detectar todas las amenazas posibles, muchas organizaciones adquieren múltiples herramientas de seguridad. A menudo, estas herramientas están desconectadas entre sí, tienen un alcance limitado y carecen de la sofisticación necesaria para identificar amenazas complejas.
Solución: Centrarse en contramedidas eficaces con una plataforma centralizada de supervisión y alerta.
Un SOC bien gestionado es el centro neurálgico de un programa de ciberseguridad empresarial eficaz. El SOC proporciona una ventana a un panorama de amenazas complejo y vasto. Un SOC no tiene que ser necesariamente interno para ser eficaz. Un SOC parcial o totalmente externalizado, dirigido por un tercero con experiencia, puede estar al tanto de las necesidades de ciberseguridad de una organización. Un SOC es fundamental para ayudar a las organizaciones a responder rápidamente a las intrusiones.
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